Ocurrió la semana pasada en el programa diario «Sálvame«. Raquel Bollo fue invitada como colaboradora y durante la tarde se anunció en el programa que había noticias que causarían un gran daño a la ex de Chiquete.
La colaboradora de Sálvame se enfureció cuando le dijeron que el protagonista de la bomba de información era ella
Raquel Bollo se levantó de su silla en el plató de Sálvame y fue directamente al director del programa para darle alguna información sobre esta supuesta bomba informativa, aludiendo a ella o a algunos de sus hijos. Fue Kiko Hernández quien le dio el nombre del miembro del personal que había llevado el mensaje a la reunión que tuvieron antes de que empezara el programa, y que llamó a Gustavo González. La actual pareja de María Lapiedra confesó que él era el que tenía los mensajes en su poder y que sólo los entregaría si los encargados del programa le daban permiso.
Las horas pasaban y las noticias no llegaban a los espectadores
Durante la emisión del espectáculo entre Gustavo González y la protagonista hubo duras palabras y muchas acusaciones, porque Raquel pensaba que Gustavo era una persona muy mala y no entendía por qué quería hacerle daño. El colaborador le dijo que no sólo era un colaborador sino también un paparazzi y que su deber era traer noticias al programa y que tenía noticias sobre ella y su entorno que pensaba que los directores de Sálvame debían conocer. Finalmente, y después de las lágrimas de Raquel y la opinión de muchos de sus compañeros, Sálvame decidió no dar ninguna información, y todo parece indicar que por el momento han decidido guardarla en un cajón.
En un programa que vulnera la intimidad delas personas hasta de su propio programa deja mucho que desear , años que deje de seguir esta parafernalia de programa que ni contrasta 100% sus informaciones de ahí que tengan tantos pleitos en los tribunales , a mi personalmente no me interesa la vida de los demás porque lo único que hace ese tipo de programas se autorealimentan del dolor ajeno tanto enemigo como aliado .
Muchas veces una vergüenza, cada vez pillan a uno y lo destrozan y no tiene gracia.