Además de la depresión de su madre, el regreso a la realidad de la última concursante expulsada se ve complicada por otros problemas.
Después de más de 90 días de concurso, Noemí Salazar ha vuelto a la realidad y lejos de lo que podría pensar, no es nada fácil. La cuarta finalista de ‘GH VIP 7’ cumplió un sueño viviendo en Guadalix de la Sierra durante tres meses y tocando la gran final con los dedos.
«Me siento rara», comenzó diciendo a Jordi González en su entrevista durante el debate sobre «Gran Hermano». Noemí Salazar aseguró que desde que salió del reality, todo es muy complicado.
Logró abrirse en la cadena durante los tres meses que pasó en Guadalix de la Sierra, incluso en la ocasión en que reveló detalles de su vida privada. Como por ejemplo, el episodio traumático que casi le costó la vida. Pero una vez fuera de la casa más famosa, las cosas son muy diferentes …
Vuelta a la vida real
Noemí tiene más dificultades para volver a la rutina. Durante ‘El Debate’, Noemí quería explicar la razón sin ninguna vergüenza: «No puedo dormir, he estado en casa con mi hija durante dos días y no pude responder los mensajes en mi teléfono móvil».
Secuelas severas
Noemí Salazar dice que estar aislada de la vida real durante tanto tiempo la ha dejado con efectos secundarios, pero espera ir poniendo los pies sobre la tierra con los días. «Antón tuvo que ir a trabajar y me llamó, comencé a hablar con él muy rápido y me dijo que qué me pasaba… pensé que cortarían mi llamada», confesó a Jordi González.
Choque de realidad
La competidora de los «Gipsy Kings» y la última expulsada tuvo que enfrentar la dura realidad de su madre durante su encierro en la casa, lo cual fue un shock para ella.
Raquel sufre «depresión de caballo»
Raquel le explicó a su hija por qué había dejado de defenderla en el plató de «GH VIP» y el trance por el que estaba pasando: “Sabes, soy muy sensible. No tengo filtro y no nací para que jueguen con mi hija. Tengo un pronto muy malo, involuntariamente, pero no pasa nada. Todo ya está resuelto «, explicó Raquel a su hija Noemí en la última gala, y también admitió que sufría de» depresión del caballo «.
Gran competidor
Noemí dejó grandes recuerdos dentro de la casa de Guadalix de la sierra… Además, debe recordarse que fue nombrada como mueble oficial de la edición, algo que a priori no hizo Mucha gracia, pero a lo largo de los días ha servido para ser honesta con la audiencia del programa, revelando su verdadero miedo: «Sin mi madre, no soy nada, realmente la necesito».
Graves problemas económicos
«Es raro ver la tienda abierta. No sabemos qué está pasando, pero parece una tienda fantasma«. . Los clientes habrían comenzado a quejarse porque los pedidos nunca llegaron a su destino. «Las Salazar son denunciadas. El dueño lo ha intentado por las buenas, pero ya está harto, dijo que iría a la televisión porque tiene mucho que decir«, los vecinos continuaron asegurando a el programa, sin que Noemí o su familia no puede contar tu versión de los hechos.
Noemí no fue la única «investigada» por el programa, también su madre, Raquel, que no saldría muy bien librada por todo esto. «Pregunta sobre Raquel y verás cómo nadie quiere contarte nada. Noemí no tuvo una infancia, no la dejaron tener y ahora ha conocido a su esposo que es un persona maravillosa. Esta niña sufrió mucho «. La hija pequeña cuando fue creciendo, la tomó y se fue. No le caía bien su madre «, dijo otro vecino al programa» Viva la vida «durante una conversación telefónica.