Dio un extraordinario ejemplo de valentía que siempre será recordado, pero lamentablemente no fue suficiente para superar la enfermedad. Alessandro Lequio, hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio, murió a la edad de 27 años de un cáncer que padecía y que superó admirablemente en los últimos dos años. El hijo de la actriz Ana Obregón estuvo hospitalizado en Barcelona durante poco más de un mes, donde se sometió a un nuevo tratamiento. Unas semanas en las que sus padres no se apartaron de su lado, ya que tanto el intérprete como el italiano se mudaron con él a Barcelona. Durante este tiempo, el joven empresario también recibió la visita de su novia Carolina, con quien había tenido una relación discreta durante un año. Es un duro golpe para la familia, que nunca ha perdido su optimismo, una actitud que ha hecho de Aless la mejor arma contra la enfermedad.
https://www.instagram.com/p/B7dsQUmIJxB/
Inquieto, juguetó, aventurero… Aless, dijo, tenía dos piedras angulares en su vida a las que se dedicó con pasión: Familia y trabajo. Sus padres eran más que eso, eran sus mejores amigos, con los que tenía un vínculo amoroso inquebrantable con mayúscula. «El nivel de relación, la cercanía que tenemos mi madre y yo, y yo y mi padre y los tres juntos es tan fuerte que somos los mejores amigos», dijo. Los tres se enfrentaron a una enfermedad que, según Aless, no era de temer porque era necesario «vulgarizar la palabra cáncer para que la gente lo viera como otro diagnóstico médico». Los signos de afecto que sentía por ambos eran constantes y siempre estaban marcados por esa simpatía que constituía una personalidad única. El pasado mes de noviembre, por ejemplo, llamó a Ana Obregón «madre biónica» por su enorme energía y humor. Aunque siempre trató su vida privada con discreción, Aless, que había estado con Carolina durante un año, admitió a finales de 2019 que era feliz. «Mi vida amorosa es muy buena, amo mucho a mi pareja».
https://www.instagram.com/p/B68v-hfoP_q/
Como trabajador constante y sobre todo con el deseo de probar cosas nuevas, una de sus metas era realizar todas esas ideas que estaban burbujeando y creando en su cabeza. «El mayor sueño que tengo es ser lo más parecido posible a mi abuelo. Si logro ser una décima parte de lo que él era, sería la mayor locura», dijo en diciembre de 2018 en las páginas de HOLA! Comenzó a perseguir su sueño a la edad de 17 años cuando se fue a los Estados Unidos a estudiar en la Universidad de Duke en Carolina del Norte, donde obtuvo dos títulos en política y filosofía. Sin embargo, su éxito profesional, que se consiguió gracias al trabajo duro y a la dedicación, se produjo en el campo del marketing digital. A finales de 2015, a la edad de 23 años, fundó su propia agencia, Polar Marketing, con el objetivo de reinventar el sector en España. «Soy una persona muy activa y creativa a la que le gusta seguir aportando nuevas ideas», dijo. Demostró que no le faltaban iniciativas cuando creó Celebrize en 2016, una plataforma privada para celebridades y personas influyentes en la que podían encontrar marcas conocidas y lugares que les ofrecían servicios y productos gratuitos a cambio de publicidad. Estos proyectos sólo se consolidaron gracias a la mirada orgullosa de este original empresario, que el pasado Halloween incluso organizó una divertida fiesta de disfraces de mascotas en España, PETrificante.
https://www.instagram.com/p/B4sZvkVofKP/
En marzo de 2018, recibió un difícil diagnóstico que no quería permitir que cambiara su visión de la vida. «No voy a cambiar mi camino, voy a seguir mi camino, pero tengo que esforzarme un poco más o ir con un poco más de esfuerzo para poder continuar a la misma velocidad», dijo en HOLA! Comenzó a tratar su enfermedad en los Estados Unidos, primero en Nueva York y luego en Nueva Jersey, donde permaneció durante seis meses. Luego continuó el proceso en Madrid. Durante estos dos años, ni su padre ni su madre se separaron de él ni un momento y lo acompañaron en cada etapa de una enfermedad que, como ya advirtieron, fue «larga y dura». Durante este complicado proceso, tuvo que ser admitido varias veces (lo dijo, tuvo altibajos), pero aún así no perdió la fuerza, siempre con su deseo de hacer bromas y ser feliz. Así, uno siempre recordará su integridad, su envidiable sentido del humor y la gran generosidad con la que dio todo su apoyo a aquellos que, como él, estaban pasando por la misma situación. Siempre con una sonrisa, esa era Aless.
https://www.instagram.com/p/B4LbQmMIqt4/