Es indudable, que la pandemia ocasionada por el COVID-19, condicionó a la población mundial al uso de las mascarillas. Llevarlas en cada salida se ha convertido en más que una rutina, ya que utilizarla, es prácticamente obligatorio, incluso, puede conllevar a sanciones si omites su uso.
Sin embargo, el punto en discusión no es en si cumplir con un protocolo sanitario de llevar un pedazo de tela para cubrir las partes más vulnerables al virus. Realmente, todo depende si el uso de este producto de verdad cumple con las normativas de seguridad para nuestra salud.
¿A que obedece esta nueva preocupación?. Hasta los momentos, se desconoce cuando se levantará la cuarentena, por lo que el uso de las mascarillas podría prolongarse y por tiempo indefinido. Lo cierto es, que las mascarillas de telas están en la mira, razón por la cual desaconsejan su uso.
Bien es cierto que las mascarillas de tela son muchos más vistosas, más bonitas y hasta combinables con nuestras prendas de vestir. ¿Pero hasta que punto éstas son seguras?. Los medios locales aseguran que el uso de la mascarilla como medida de contención para la prevención y contención del Coronavirus depende del material del que estén hechas. Y no solo eso, también del filtro y de su mantenimiento periódico.
La mascarillas de telas se han convertido en el centro de atención, por no ser tan seguras, y de hecho, están siendo prohibidas en los hospitales vascos. La red sanitaria pública de Guipúzcoa, compuesta por el Hospital Universitario de Donostia (HUD), hospitales y centros de salud, prohíben la entrada de las personas que lleven consigo estas mascarillas con un solo propósito: evitar el contagio por COVID-19.
El personal médico especializado, ha indicado que las mascarillas no son un accesorio más de nuestra indumentaria, sino un implemento que debe cumplir con las normas propias de seguridad para el que fue elaborado. Por lo tanto, es indispensable que su material de fabricación esté homologado, posea el filtro correcto y se le haga el mantenimiento en los tiempos establecidos para alargar su vida útil.
También se pudo conocer a través de la prensa local, que está prohibida la venta de la mascarilla KN95 a partir del 1 de octubre, aunque podrá seguir utilizándose.