Selección de las Mejores Excursiones para hacer en Budapest

Los motivos para visitar Budapest sobran. La capital de Hungría es un destino con lugares sorprendentes que te encantará descubrir. Sin nada que envidiarle a las más conocidas capitales europeas, Budapest es una de las ciudades más completas y atractivas desde el punto de vista turístico.

Budapest ostenta el título de “Ciudad de Balnearios”, ya que tiene la mayor cantidad de aguas termales y medicinales del mundo. En Budapest es muy difícil que te aburras. Las opciones son numerosas. Al igual que ocurre con las grandes ciudades de Europa, posee un río muy importante: El Danubio, alrededor del cual se realizan una gran variedad de actividades.

Visitar los museos y galerías de arte, asistir a las óperas más bonitas del mundo o sumergirte en la amplia cultura húngara. Todo es posible en Budapest, que se muestra siempre dinámica y entusiasta. Sus habitantes son amables, hospitalarios y dispuestos a recibir al viajero.

Otro punto a su favor es que es un destino bastante accesible. Pagando poco se puede disfrutar muchísimo. En general los precios son bajos. Una buena razón para considerar pasar unas vacaciones o un viaje corto pero memorable.

Pese a sus amplios atributos, Budapest no es una ciudad muy conocida. Aparentemente el motivo es una escasa promoción de sus bondades. En este artículo precisamente haremos todo lo contrario. Te mostramos las maravillas que ofrecen estas tres excursiones en Budapest, con diferentes opciones que seguro te encantarán. Acompáñanos en este amplio recorrido por esta bella ciudad europea.

Excursión Esztergom, Visegrád y Szentendre

Este paseo es ideal para quienes van a pasar varios días en Budapest y desean conocer las ciudades cercanas. A menos de una hora de Budapest visitamos Esztergom, una pequeña población a orillas del Danubio, ubicada en la frontera entre Eslovaquia y Hungría.

Esztergom es un lugar de gran importancia en la historia de Hungría. Fue la primera capital del Reino húngaro y allí fue coronado en el año 1000 el primer Rey, Esteban I. En Esztergom las construcciones religiosas tienen un alto valor histórico, que es aprovechado para el turismo.

De allí que una parada obligada es la Basílica de Esztergom también conocida como la Catedral de San Adalberto de Esztergom, la iglesia más grande del país y símbolo de la ciudad.

Este imponente templo de 100 metros de altura representa el punto más alto de Esztergom. En la cúpula hay una terraza panorámica perfecta para disfrutar de las fantásticas vistas del Danubio, y también de la zona sur de Eslovaquia.

La próxima parada en la ruta es Visegrád, una pequeña pero bonita ciudad conocida por su fortaleza y las bellas construcciones medievales. Allí se encuentra la antigua residencia real. Uno de sus grandes atractivos es el Castillo de Visegrád.

Esta antigua edificación fue construida por el rey húngaro Bela IV. Durante mucho tiempo funcionó como fortaleza contra las incursiones de los mongoles. Las ruinas del castillo y el extraordinario paisaje del caudal danubiano es un estupendo regalo visual para los turistas.

Desde allí los viajeros tienen una vista privilegiada del Recodo del Danubio, una de las zonas más conocidas del río. Es considerada “la puerta de entrada a Hungría” y se caracteriza no solo por la belleza del paisaje fluvial, sino también por haber sido anteriormente una frontera natural entre varios imperios.

Dejando atrás ese pasado bélico, hoy se muestra como una imponente zona en la que se han desarrollado preciosas ciudades dignas de incluir en cualquier itinerario a Budapest. Aunque el casco histórico de Visegrád es bastante modesto, vale la pena pasear por sus alrededores. Más de uno queda seducido por la arquitectura y las mágicas vistas del río.

La última parada de este recorrido es Szentendre, conocida como “la ciudad de los artistas”. Este lugar, con un ambiente muy mediterráneo, se ha caracterizado por ser la residencia de pintores y escultores. Por ello la gran variedad de galerías, talleres, salas de exposiciones y museos en cada rincón. En Szentendre está también el más grande museo Etnográfico al Aire Libre de Hungría (skanzen).

La excursión termina con una caminata por el centro de la ciudad, para luego regresar a Budapest en barco. El trayecto finaliza en los muelles que están cerca del Puente de las Cadenas.

Excursión al lago Balaton y Herend

Si existe un lugar que no puedes dejar de visitar en Budapest es el lago Balaton, el más grande de Europa Central. Para algunos es el «mar interior» de Hungría y además el destino turístico más importante de los habitantes del país.

Una vez que salimos de Budapest recorremos unos 135 kilómetros para llegar a Herend. Nos recibe una pequeña pero pintoresca ciudad conocida mundialmente por su industria dedicada a la porcelana.

Tras la visita guiada por una de las fábricas más antiguas, creada en 1826, conocemos de cerca el funcionamiento de los talleres, y luego admiramos los espectaculares jardines. Seguimos después hacia la costa norte del lago para llegar a Tihany, ubicado en la península del mismo nombre.

Desde este pueblo los viajeros tienen una de las mejores vistas del lago. Allí hacemos una parada en la abadía benedictina. Fue fundada en el año 1055 por el rey Andrés I, pero el aspecto que luce hoy se debe a una reconstrucción en estilo barroco del 1754. Por su contexto histórico es uno de los sitios más visitados.

El trayecto termina en Balatonfüred, el balneario más antiguo de Hungría. Especial atención merece su famoso paseo costero, por el que los turistas se deleitan observando la multitud de cisnes y patos mientras pueden disfrutar de restaurantes, hoteles y los diversos comercios de la zona.

Excursión a Viena

Para llegar a Viena recorremos unas dos horas desde Budapest. La bella capital austríaca es una de las joyas más preciadas de Europa. Al llegar visitamos la avenida Ringstrasse, la calle más importante de la ciudad.

En Ringstrasse reposan algunas de la obras de arquitectura más famosas, lo que cada año atrae a una gran cantidad de turistas. Luego seguimos conociendo otros lugares imprescindibles como el Parque de la Ciudad, la Ópera, el Museo de Bellas Artes, el Parlamento, el Teatro Imperial, el Ayuntamiento y la Iglesia Votiva.

Pasamos después a una caminata por el centro histórico. La ruta incluye otros sitios de interés como el Barrio de los Museos, el Palacio Imperial de Hofburg, la calle comercial Kärtner Strasse y la Catedral de San Esteban, ícono de la ciudad.

Al continuar el recorrido nos envuelve la belleza y majestuosidad del Palacio de Schönbrunn, conocido como “el Versalles vienés”. Aunque agitada, la historia de este atrayente lugar es de las más interesantes para los curiosos viajeros.

Antes de regresar a Budapest, concluimos con una mirada a Hundertwasserhaus, un complejo residencial construido bajo una particular estructura y diseño. Su original estilo y creatividad lo han hecho merecedor de una visita obligada en cualquier viaje a Viena.

Turistas de todo el mundo quedan fascinados por esta obra repleta de ingenio a cargo del artista austriaco F. Hundertwasser y el profesor universitario J. Krawina. Para que tengas una idea de lo diferente que es este lugar: el piso es ondulado y los árboles crecen dentro de las habitaciones. Además, las coloridas fachadas muestran un lugar mágico que seduce a los visitantes. Sin duda una obra que rompe esquemas y que no se puede dejar de conocer.

Tu próximo viaje puede dar un giro completamente distinto si te escapas a Budapest. Así que nos lo pienses más y vive esta aventura que te dejará nuevas experiencias y muchas ganas de seguir recorriendo las maravillas del enigmático continente europeo.

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