En sus diversas apariciones, ya sea en la televisión, en la radio o en los videoclips de Nacy’s Rubias, Mario Vaquerizo (45) es casi siempre sinónimo de buen humor y risa. Pero no todo en su vida es de color de rosa. Cuando las cámaras se apagan, el madrileño, como todos los hijos de sus vecinos, tiene algunas preocupaciones, y una de ellas tiene que ver con la salud.
Fue el 28 de diciembre de 2018, cuando el propio Vaquerizo comenzó a dar pistas de por qué se mantuvo alejado de la vida pública. «No puedo correr ni peinarme con el secador, pero beber cerveza sí. Mi enfermedad me está afectando tanto que no tengo ganas de nada».
Este mensaje, publicado en las redes sociales, fue considerado por algunos fans como la típica broma del día, pero lamentablemente no tuvo nada que ver con eso: «Los médicos me dijeron que esto es para siempre, pero me recuperaré».
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Después de estas píldoras informativas, tanto él como su compañera Alaska (56) dieron más información sobre este problema de salud. «Está perfectamente, dentro de la gravedad», admitió Olvido Gara cuando se le preguntó por el estado de su marido, quien volvió a contactar con las redes sociales para explicar que «llevo varios días desaparecido y metido en la cama por culpa de un pinzamiento o como se diga en la espalda que me sigue teniendo K.O. y sin ganas de nada, ni Nochevieja, ni contestar a mensajes, ni ganas de hablar (y mira que es difícil)…».
Con tantas pistas, sólo quedaba darle un nombre a la enfermedad, que Mario Vaquerizo retomó en una entrevista en Sálvame Deluxe a principios de 2019: «Tengo una degeneración que termina en artrosis crónica. Soy un paciente muy malo, no puedo soportar el dolor constante». Unos meses después, el director de Nancy’s Rubias volvió a dar detalles de esta enfermedad: «Fue duro, no tanto por el dolor físico, sino por el mental, no pude hacer muchas cosas», mientras que yo lamentaba «perder mi forma física porque no he ido al gimnasio durante tres meses, pero tengo que pasar por ello, esta enfermedad es complicada, pero no tanto como otras».
Trabajo duro
Mario Vaquerizo, sin embargo, siempre ha querido destacar el importante apoyo de Alaska: «Olvido me ha cuidado mucho, aunque también me ha desesperado mucho. Ella no podía tocarme, y yo no podía tocarla a ella. Con lo que soy, que soy un marica en una feria, que me muevo arriba y abajo», dijo con su habitual ingenio.
Nacido en Madrid, se está sometiendo a una rehabilitación destinada a fortalecer sus músculos, un proceso común en una enfermedad llamada artrosis degenerativa, que hasta hace poco se creía que afectaba única y exclusivamente a los ancianos. Los datos muestran exactamente lo contrario: se estima que más de 242 millones de personas en todo el mundo sufren este problema.
Los expertos advierten que un desarrollo deficiente de la artrosis puede provocar una falta de movilidad y que dificulta mucho ciertas tareas cotidianas del paciente. De hecho, la Fundación Internacional de Osteoartritis describe esta enfermedad como muy grave y como uno de los mayores desafíos para la salud a nivel mundial en el siglo XXI.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud clasifica la osteoartritis como la cuarta causa principal de discapacidad, hecho que ha llevado a los médicos a buscar alternativas para aliviar los síntomas. Como el uso de drogas no ha demostrado ser muy eficaz, algunos centros ya están optando por utilizar la radioterapia, aunque en dosis bajas, para evitar daños colaterales a la salud.