¿Eres de lo que tiene mucha ropa en el armario? ¿Eres de lo que compra prendas para invierno, verano, otoño y primavera? ¿No te pasa que a la de invierno, cuando llega el verano, se le impregna un olor como a humedad?
¿Quieres saber por qué? Porque cuando cambia la temporada nuestro vestuario se ve igual de afectado que nuestro cuerpo. Como en verano no usas tu chaqueta de invierno, dejas de lavarla. Entonces el verano la toma contra ti. Calienta las paredes de tu clóset, hace que suden y que la ropa adquiera mal olor. Así como debes limpiar tu cuarto porque se llena de polvo, lo mismo debes hacer con tu ropa.
También ocurre que nuestras prendas no superan el sudor. Hay otras que se enamoran de la naftalina y se llenan de ese hedor «a viejo» o «a guardado».
Si te interesa cautivar a los demás por tu perfume y no por tu hedor, lee los siguientes tips y trucos que lo quitarán de forma definitiva.
Adiós olor con vapor y vinagre
Esta mezcla es una de las soluciones temporales más eficaces. Si es el primer día frío y la chaqueta que tanto te gusta huele «a guardado», puedes hacer lo siguiente:
- Cuelga la camisa en una percha. La colocarás cerca de la ducha.
- Debajo de ella vas a colocar un cubo (balde) de agua caliente.
- En ese cubo diluirás vinagre.
- Métete en el baño y dúchate. Abre el agua caliente. Tu camisa se impregnará de un aroma nuevo, fresco y húmedo, que diluirá al anterior.
Aspirina y crema tártara
Cuando el sudor es el culpable del ‘tufo’, necesitarás lo siguiente:
- 3 aspirinas blancas.
- Una taza de agua tibia.
- Una cucharada de crema tártara.
- A las 3 aspirinas les quitarás el recubrimiento.
- Echa en un envase el agua tibia y la crema tártara.
- Diluye las aspirinas en el envase.
- Espera que la mezcla se haga una pasta.
- Cuando ya esté lista, agarra un cepillo de dientes y frota por las axilas la mezcla durante 20 minutos.
- Puedes repetirlo hasta 3 veces.
Dale luz a tu ropa
A veces solo necesitas colgar tu ropa al sol para que se vaya el mal olor. Puedes, por ejemplo, tenderla frente a la ventana y dejarla que se airee.
De hecho, lo mejor es que la cuelgues en cada lavada. Esto es preferible a que la metas en la secadora, porque si está sucia o tiene humedad tu ropa se llenará de este olor. Así que trata, una que otra vez, de secar tu ropa como en los viejos tiempos.
Bicarbonato es la solución
De esta lista, quizá, el producto más efectivo contra el mal olor es el bicarbonato. Cualquiera, en serio. Las propiedades del bicarbonato son innumerables. Con él puedes eliminar todo tipo de manchas y cualquier ‘tufillo’.
¿Quieres saber cómo usarlo?
- Ve a una droguería o supermercado. Pide bicarbonato de sodio.
- Haz una pasta a base de agua tibia. Esta pasta debe tener dos cucharadas de bicarbonato con un poco de agua.
- Cuando la pasta esté lista, aplícala sobre la prenda. Si el olor se concentra en una área determinada, como por ejemplo las axilas, dedícate a limpiarla. Si no es así, entonces frótala con la mezcla.
- A veces el hedor es muy fuerte. Si es así disuelve una taza de bicarbonato en un recipiente grande. Deja la ropa remojando durante toda la noche. Al día siguiente lávala. Es mejor si lo haces a mano.
- Otra técnica súper útil es que espolvorees el bicarbonato sobre la ropa antes de que la laves. También puedes combinarlo con el detergente.
Aprovecha el amoniaco
Este gas tiene un olor muy fuerte y desagradable, pero es muy efectivo a la hora de remover pestilencias.
Un remedio a base de amoniaco curará los peores hedores. Para hacerlo necesitarás:
- Un cepillo.
- Un paño.
- 1 litro de agua caliente.
- 5 cucharadas de amoniaco.
- Agarra la prenda y cepíllala.
- Después humedece un paño con el remedio.
- Pasa el paño por toda la chaqueta hasta que se seque. Recuerda abrir las ventanas porque el olor del amoniaco es tan pero tan fuerte que puedes ahogarte.
- Cuelga la prenda al aire.
Estos son los trucos y tips más básicos y efectivos cuando se trata de remover olores desagradables. Acuérdate de airear con el sol tus prendas. También lávalas con frecuencia. Si estás en verano, lava tu ropa de invierno para que esté siempre agradable.
Procura que todo aquel que te conozca lo haga por tu aroma y no por tu hedor.