Luca Franzese, un hombre de Nápoles, Italia, ha publicado un vídeo en el que denuncia cómo las instituciones italianas le han abandonado a él y a su hermana de 47 años, que murió de un coronavirus el pasado lunes.
Según la historia del napolitano, su hermana estaba en peligro porque sufría de epilepsia. Este miércoles confirmó en un vídeo en su Facebook que él y varios miembros de su familia están infectados con Covid-19.
«Ella no puede tener la despedida que se merece porque las instituciones me han abandonado. Mi hermana tenía un tipo de epilepsia, era una persona de riesgo, es de poca vergüenza porque el médico no ha ido a casa, ni ninguna institución le ha hecho caso», dijo Franzese.
Franzese dijo que tuvo que darle resucitación boca a boca para tratar de salvar su vida. «Podría estar ahí fuera infectando a todo el mundo», dijo. Pero el hombre permaneció en la cuarentena autoimpuesta.
El protocolo establecido por el coronavirus en Italia prohíbe a cualquier persona acercarse a un cadáver durante un tiempo después de la muerte debido al riesgo de infección, pero Luca Franzese no tenía otra opción. El hombre señala que ni siquiera la funeraria respondió a su llamada.
«Yo estoy destruido con todo el dolor del mundo y tengo que batallar esta situación con mi hermana muerta en la cama y sin saber qué hacer. Este vídeo es muy fuerte, os pido que no lo mostréis ni a los míos ni a los ancianos», dijo.
El gobierno italiano anunció el lunes que las restricciones de movimiento impuestas en el norte del país se aplicarán a todo el territorio. Hasta el 3 de abril, los italianos sólo pueden cambiar de ciudad por motivos de salud, trabajo o emergencia. El país tiene 10.149 infecciones confirmadas y 631 muertes por coronavirus.